Los nuevos hombres de las cavernas

Nada es más reconfortante que recibir un saludo afectuoso, un trato agradable, una palabra gentil o un gesto cordial; sin embargo, frases como   “buenos días”, “con permiso”, “siéntese usted” y otras expresiones de cortesía parecen haber desaparecido. Sigue leyendo

La vulgaridad, degradación del ser humano

Uno puede ser mediocre y no darse cuenta, pues la mediocridad exige esa clase de desconocimiento. Al igual que el alcohólico que no reconoce que tiene un problema con la bebida; es sólo después de la aceptación, cuando descubre una salida para sus infiernos. Todo reconocimiento va encaminado hacia la individualidad, y alcanzar ese grado de personalidad significa comenzar a apartarse de la mediocridad. Sigue leyendo