Desde pequeño correteba por los campos de tabaco de su papá, su pelo se endurecía con tanto juego entre las verdes hojas y la frialdad de la tierra la apresaba en sus pies como si fuera un tesoro. De esa etapa heredó el amor por esas vegas, hasta el punto que dijo que siempre iba a ser campesino y lo cumplió. Sigue leyendo